martes, 10 de mayo de 2016

JOAQUIN SOROLLA Y EL ILUMINISMO

                             JOAQUIN SOROLLA Y EL ILUMINISMO
EL BALANDRITO
Oleo sobre lienzo p 60cm x 50cm.
Museo Sorolla Madrid




BIOGRAFIA

Joaquín Sorolla y Bastida, pintor español vinculado al Impresionismo, nace en Valencia en 1863, cuando el movimiento en Francia estaba en pleno apogeo. Sus pinturas por tanto son tardías, pero en ellas reúne las principales características impresionistas como el gusto por el aire libre, la búsqueda de lo momentáneo, de lo fugaz, la captación de los efectos de la luz, la ausencia del negro y de los contornos y las pinceladas pequeñas y sueltas.

Cuando tenía dos años de edad sus padres fallecieron a causa de una epidemia de cólera y son sus tíos maternos quienes se ocupan de él y de su hermana Concha.

Inició sus estudios artísticos con el escultor Cayetano Capuz y después recibió una formación académica en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. Desde muy joven se aficionó a pintar al aire libre y al empleo de tonos claros y luminosos influido por Pinazo.

En 1884 se presentó al concurso convocado por la Diputación Provincial de Valencia para ser pensionado en Roma. Obtiene la pensión gracias a un cuadro de historia, El grito del Palleter. De ahí se trasladará a París con su amigo el pintor Pedro Gil, donde entra en contacto con el Impresionismo.

Prorrogada su pensión por un año, en 1888 contrae matrimonio con Clotilde García, su mejor modelo y compañera, y se establecen en Asís.
En 1889 se instalan en Madrid, donde comenzó una trayectoria profesional llena de éxitos. De este periodo destacan obras de crítica social, que son demandadas en los certámenes oficiales. Trata de blancas, Aún dicen que el pescado es caro y Triste herencia muestran su compromiso por los desheredados y se advierte ya la preocupación luminista.



ETAPAS


El estilo de la pintura de Joaquín Sorolla ha sido dividido por sus biógrafos en cuatro etapas:Formación, consolidación, culminación y una etapa final en la que se dedicará a la decoración de la biblioteca de la Hispanic Society de Nueva York. Sorolla que mostró desde pequeño gran interés por la pintura, comenzó su formación con clases nocturnas de dibujo, y pasó después a la Academia de Bellas Artes de San Carlos.





ETAPA DE FORMACIÓN






Esta etapa comenzará con una pintura de tipo social, la temática de moda en el momento, donde la influencia de Velázquez (al que había conocido visitando el Museo del Prado). Destacan cuadros como Otra MargaritaTrata de Blancas o Triste Herencia obra con la que Sorolla ganará el Gran Prix de París, máximo galardón internacional del momento, en el año 1900.

A partir de 1894, además, comienza una transformación en esta pintura costumbrista con la introducción del tema marinero, las gentes del mar, y finalmente, la temática de la playa con obras como: La vuelta de la pesca o El baño.

El premio que consigue en París supone un respaldo a su carrera y es entonces cuando Sorolla, seguro de su arte, se centra en una pintura más personal, la de su "etapa de culminación" que durará hasta el año 1911.


En ella, por un lado introduce los movimientos de vanguardia que conoce en Europa:el fauvismo, el expresionismo... y por otro llega la culminación del luminismo en su pintura, del interés por la luz que lo inunda todo.









Ell 11 de junio de 1884 la Diputación de Valencia publicó su convocatoria para conceder una pensión de pintura para estudiar en Roma , Sorolla se presentó  junto a otros diez aspirantes decidido a conseguir el ansiado viaje que completaría su aprendizaje y enriquecería su personalidad como pintor. Al no tener todavía aprobada la asignatura de Teoría e Historia de las Bellas Artes, tuvo que ser previamente examinado de esta materia por el tribunal para admitir su solicitud.





Le correspondía ahora recrear el paisaje más popular ocurrido en Valencia durante  la guerra contra los franceses . Tras difundirse el 23 de mayo de 1808 en esa ciudad la noticia del cautiverio de la familia real y la instauración del nuevo gobierno intruso en Madrid , publicada en los periódicos y gacetas que se vendían en la placeta de  les Panses , cercana al mercado . Vicente Domènech, un hombre " palleter " que  se gana la vida vendiendo pajillas para encender la lumbre de los hogares, arengó  a sus conciudadanos para alzarse contra el invasor al grito de " Viva Fernando VII y mueran los traidores " que daría comienzo a la sublevación del pueblo de Valencia  contra las tropas napoleónicas.








EL PALLETER DECLARANDO LA GUERRA A NAPOLEÓN 1884
El Palleter declarando la guerra a Napoleón
óleo sobre lienzo 154 x 205 cm
Valencia , Diputación de Valencia, en depósito en el
Palau de la Generalitat




En este lienzo queda claramente de manifiesto la habilidad de Sorolla para esculpir cada una de las figuras con un dibujo apurado y extremados contraluces de calidades especialmente atractivas en personajes como el huertano y el clérigo  situados de espaldas al espectador al pie de la escalera. Igualmente , el joven artista
demuestra ya su capacidad de observación de los distintos tipos en su gesticulación, así como la situación de cada uno de ellos en el espacio, perfectamente distinguibles en su individualidad a pesar del tupido entramado del gentío que jalea al valiente  Palleter. 


Pero , sobre todo, la aportación fundamental que, Sorolla hace al género  histórico en estas obras juveniles es la ambientación de la escena en un espacio al aire libre ; novedad que ya había introducido en su gran lienzo madrileño y que aquí resulta especialmente atractiva en el manejo de la intensa luz del sol valenciano que ensombrece las profundidades del fondo de las gradas y destaca con un vibrante  juego de luces y sombras los personajes del primer término, sugiriendo con gran  audacia el espacio del mercado en que tiene lugar el episodio asomando tan sólo  los toldos del puesto de la izquierda , en marcado contraluz . Junto a ello, Sorolla juega con la definición de los diferentes planos de la composición , dejando apenas esbozados algunos rostros diseminados entre la muchedumbre, mientras concreta  con toda precisión las figuras que marcan las diferentes referencias espaciales ,  como la mujer con una cesta que lleva a su hijo en brazos situada en el extremo derecho del primer término de una monumentalidad rotunda, o el huèrfano de al lado contrario que extiende su brazo mientras responde al grito del Palleter.



Así Sorolla representó el valeroso Palleter lanzando desafiante su encendida proclama subido sobre una silla de enea y enarbolando su improvisado pendón hecho con un jirón de faja prendida a una caña, una estampa de la Virgen de los Desamparados y otra con un retrato legítimo rey Fernando. En su enfurecida rebelión, arruga en su otra mano un pliegue de papel timbrado del gobierno intruso para mostrar su desacato ante un multitudinario tumulto de gentes que acuden al mercado, arremolinadas en las escalinatas del edificio gótico de la Lonja de la Seda , identificable por el escudo de su esquina que asoma por el borde superior del cuadro-Todos ellos se agitan gritando encendidos por la arenga del Palleter contra el invasor distinguiéndose entre la muchedumbre a un monje con sus hijos, huérfanos , mercaderes y valencianos de toda condición , asomando en el extremo izquierdo los toldos de un puesto de mercado.





El cuadro, de composición y alcance bien distinto al Dos de mayo , muestra sin embargo como aquél los mismos patrones utilizados por Sorolla para ambas escenas históricas, género que tan sólo asomará en este momento de la producción juvenil del artista y siempre vinculado a concursos públicos. Así , el gusto por abarrotar la escena de figuras en movimiento, con el deseo juvenil de demostrar sus capacidades  en el manejo de grandes masas de personajes , habituales en este tipo de grandes  máquinas históricas , la insistencia en la expresión extrema del dramatismo de sus  actitudes y cierto confusionismo en el amontonamiento de los personajes distribuidos por todo el espacio de la escalinata no enturbían, sin embargo los logros de esta espectacular composición, en muchos aspectos superior al monumental  lienzo del artista premiado en Madrid , ese mismo año.



MORO CON NARANJAS 1885-1887


Moro con naranjas
Óleo sobre lienzo 73,5 x 39,9 cm
Museo Sorolla Madrid




Durante estos años , en pleno período de formación, Mariano Fortuny había creado una potentísima corriente comercial , perfectamente orquestada por hábiles marchantes en París y los imitadores surgieron como legión. La protección de algún magnate , especialmente el príncipe Odescalchi , contribuyó a este triunfo de la forma española que cristalizó en la fundación de la Academia Española de Bellas Artes , inagurada en 1881.




Dado los escasos ingresos económicos que Sorolla recibe como pensionado de la Academia, no tiene más remedio que sumarse a esta tendencia y llevar a cabo pequeñas obras - de otra parte muy vendibles -con destino al adorno de los gabinetes de la alta burguesía .




La corriente orientalista es testimonio del enorme atractivo que tuvo, tanto para Sorolla como para otros tantos pintores de su tiempo -desde el propio Fortuny ,pasando por Muñoz Degrain , Enrique  Simonet, Villegas y un larguísimo etcétera - el norte de África.




Con el interés por el exotismo africano surgió una verdadera moda por el retrato de tipos árabes , instrumento que sirvió a los pintores para la caracterización de nuevas razas . El exotismo de sus costumbres , la exhuberancia del color ,la evocación orientalista de sus paisajes y la descripción pintoresca de indumentaria, comprensiblemente curiosas y atractivas para el hombre occidental , inundó el panorama de nuestra pintura , al menos durante varias décadas.






ETAPA DE CONSOLIDACIÓN



 En 1889 vuelve a París para ver la Exposición Universal: allí descubre a los pintores nórdicos y su peculiar tratamiento de la luz, en el que él basará su propia versión del luminismo: se abre su etapa de consolidación. Su paleta va cobrando nuevos matices en su esfuerzo por plasmar la luz. Surgen nuevas temáticas, como el costumbrismo marinero, el que trata de las gentes del mar, o el realismo social, demandado en los certámenes oficiales. 


Con el primero conseguirá su primer éxito internacional con La vuelta de la pesca en 1895, con el segundo varias medallas en la Nacionales de 1892, 1895 y 1901, en esta última con una Medalla de Honor. En 1890 nace su primera hija, María Clotilde; en 1892, su único hijo varón, Joaquín; y en 1895, Elena, su tercera hija. Culminación En 1900 obtiene el Grand Prix de los pabellones español y lusitano en la Exposición Universal de París. Se inicia su etapa de culminación, la del Sorolla más brillante, cuyas grandes dotes perceptivas y veloz ejecución producen sus mejores obras, donde la luz es el interés dominante.





 Sus constantes desplazamientos a París le hacen conocer las distintas vanguardias, que experimenta en sus obras. Surgen los "ismos" en su pintura, siempre a modo de experimentación en su búsqueda por captar la luz. Hace retratos que le producen grandes ingresos, y se interesa por el paisaje, viajando por distintas regiones españolas para recoger sus distintas matizaciones. Sigue cultivando su costumbrismo marinero, del que derivan desde 1904 sus temas de playa, lo más reconocido de su producción, e inicia a partir de 1907 sus estudios de jardines, fundamentalmente en Andalucía. 

En este periodo expone individualmente en varias ciudades de Europa y de Estados Unidos: en 1906 en París, al año siguiente en Berlín, Düsseldorf y Colonia; en 1908 en Londres y un año más tarde en Nueva York, Buffalo y Boston. Concluyen estas exposiciones en Chicago y SaintLouis el año 1911, con un gran éxito en París y clamoroso en Nueva York. Últimos años En 1911 Sorolla firma un contrato con The Hispanic Society of America de Nueva York por el que se compromete a hacer una gran decoración sobre Las Provincias de España, más conocida últimamente como Su visión de España.


EL PILLO DE LA PLAYA 1891
El pillo de la playa 1891
óleo sobre lienzo 80,5x 124 cm
Museo Sorolla, Madrid


En estos momentos el artista ha terminado su período de formación , decidiendo irse a vivir a Madrid , donde cree tener más posibilidades para el desarrollo de su futura carrera . Esta tela datada en 1891 , puede ser considerada como punto del costumbrismo marinero que Sorolla  desarrollará , fundamentalmente a partir de 1894 cuando pinta La vuelta de la pesca. Enviado a la Exposición Internacional de Berlín de ese año , de ella conservamos una de las  pocas descripciones completas que el artista hace de su obra .

" Esta tarde espero a Jménez Aranda para que vea qué tal llevó el cuadro para Berlín, el  asunto es sencillo, se titula El pillo de la playa , con dos figuras de buen tamaño, ella estásentada en la arena, arreglando las redes , pero vista de espaldas y él tumbado en la arena está fascinándola y diciéndole cosas, ella se ríe; el fondo es un trozo de quilla de un barco  de pesca, la cual proyecta una sombra ( pues la luz es el sol ) sobre la arena, pasando el  asunto a la sombra, en el fondo se ve la linea azul del mar y la arena que se interponen entre la sombra del primer término y el agua,le da de pleno el sol produciendo un efecto bastante agradable , por lo fuerte del contraste .

Como queda bien claro a través de las palabras de su autor, el lienzo se divide en dos mitades -una sombreada y otra luminosa-que siguen una marcada linea diagonal. El  segundo término, en luz adelanta algunas de las características de su personalísimo  estilo : ejecución suelta , paleta con predominio de tonos claros, uso de sombras  coloreadas, luminismo solar etc. Sin embargo, también es verdad que todavía , en  estos años , Sorolla no ha abandonado el dibujo riguroso y la atenta observación del natural, que se revelan en el conjunto de la composición, en la que llaman la atencióndel espectador algunos detalles primorosamente descritos, como los corchos de lasredes. No obstante, interpreta todo ello con una técnica personal de trazo algo familiary suave, que da protagonismo fundamental al problema del claoscuro y los valores tonales 



TRATA DE BLANCAS 1894


TRATA DE BLANCAS
óleo sobre lienzo 166,5 x 195 cm
Madrid , Museo Sorolla



Aunque firmado en 1895 , este cuadro se ejecutó un año antes -el mismo en el que pintó ¿ Y aún dicen que el pescado está caro ?- en su estudio madrileño. La tela fue presentada en distintos certámenes tanto nacionales como internacionales,pero, curiosamente , nunca se le llegó a recompensar con ninguna distinción-única excepción en la producción del pintor valenciano con temática basada en el realismo social. El tema trágico, iniciado en el cuadro Otra Margarita , se sublima, y , de alguna manera, se continúa en éste, que lleva un título todavía más explícito.


De composición muy similar al anterior ,del que toma la estructura en líneas deforma diagonal y la sensación asfixiante del vagón , parece que lo único que de verdad interesaba al autor son los aspectos técnicos del cuadro, que aumenta en dificultad al incluir el mayor número de personajes. La sofisticada agrupación de las figuras ,en relación con el espacio circundante ,parece importarle más que las figuras mismas.

De paleta mucho más rica que el anterior, el cromatismo sube de intensidad , y se centra especialmente en las faldas de las dos jovencitas del primer plano que ya anuncían , con sus transparencias de rosas , violetas, anaranjados y brillantes amarillos, soluciones personalísimas que el pintor adoptará en el futuro.

La luz entra desde arriba a la derecha ,creando zonas más iluminadas y otras más oscuras . El efecto conseguido de perspectiva aérea, a través de los fondos iluminados a retazos , el restregado del pincel y el aprovechamiento del color material de la tela y la propia estructura de la pintura, en la que el vagón de forma rectangular se abre desde el primer plano, recuerdan la asimilación de aspecto del ingenioso artista velazqueño.


Más seguro en la representación , con una brocha más cargada de la fisonomía de los personajes, se detiene de forma más detallada a narrarnos el rapto de cuatro muchachas que, en un tren de tercera van camino de su destino-el prostibulo bajo la atenta miradade una vieja celestina. Las cuatro jóvenes apretujadas en el vagón,rendidas por el cansancio reflejan, con sus actitudes y sus rostros, una melancólica resignación.



Las redes 1893
óleo sobre lienzo 50 x 70 cm
Colección particular


Es precisamente en estos momentos cuando tiene lugar la relación del joven valenciano con la corriente estética costumbrista , fundamentalmente a través de su encuentro con el pintor sevillano José Jiménez Aranda , que había sido amigo y compañero de Fortuny y que había  obtenido un clamoroso éxito de ventas como aquel. Sorolla, impaciente por el inicio del viejo maestro, se siente realmente orgulloso cuando éste manifiesta su agrado por esta pintura. El resultado de esta crítica era ya de esperar, ya que el cuadro del " pillo " tiene muchísimo  que ver con la producción pictórica del sevillano, caracterizado por un regionalismo , con brotes de naturalismo e intimismo.

Hubo también, como se ha dicho anteriormente, otras influencias, como la de de Bastien- Lapage, con cuyo cuadro titulado La siega del heno -.que despertó gran interés en el Salón de 1878-podemos establecer una relación, no únicamente por el tema empleado-el descanso de las clases trabajadoras- sino por la propia composición de ambos,  dinámica y algo asimétrica, la técnica del trazo grueso, el uso del color claro y la soltura del paisaje que les sirve de fondo.




En 1889 vuelve a París para ver la Exposición Universal: allí descubre a los pintores nórdicos y su peculiar tratamiento de la luz, en el que él basará su propia versión del luminismo: se abre su etapa de consolidación. Su paleta va cobrando nuevos matices en su esfuerzo por plasmar la luz. Surgen nuevas temáticas, como el costumbrismo marinero, el que trata de las gentes del mar, o el realismo social, demandado en los certámenes oficiales. Con el primero conseguirá su primer éxito internacional con La vuelta de la pesca en 1895, con el segundo varias medallas en la Nacionales de 1892, 1895 y 1901, en esta última con una Medalla de Honor.

En 1890 nace su primera hija, María Clotilde; en 1892, su único hijo varón, Joaquín; y en 1895, Elena, su tercera hija.

Culminación




En 1900 obtiene el Grand Prix de los pabellones español y lusitano en la Exposición Universal de París. Se inicia su etapa de culminación, la del Sorolla más brillante, cuyas grandes dotes perceptivas y veloz ejecución producen sus mejores obras, donde la luz es el interés dominante. Sus constantes desplazamientos a París le hacen conocer las distintas vanguardias, que experimenta en sus obras. Surgen los "ismos" en su pintura, siempre a modo de experimentación en su búsqueda por captar la luz. Hace retratos que le producen grandes ingresos, y se interesa por el paisaje, viajando por distintas regiones españolas para recoger sus distintas matizaciones. Sigue cultivando su costumbrismo marinero, del que derivan desde 1904 sus temas de playa, lo más reconocido de su producción, e inicia a partir de 1907 sus estudios de jardines, fundamentalmente en Andalucía.





En este periodo expone individualmente en varias ciudades de Europa y de Estados Unidos: en 1906 en París, al año siguiente en Berlín, Düsseldorf y Colonia; en 1908 en Londres y un año más tarde en Nueva York, Buffalo y Boston. Concluyen estas exposiciones en Chicago y Saint-Louis el año 1911, con un gran éxito en París y clamoroso en Nueva York.






LA SIESTA 1911
La Siesta 
óleo sobre lienzo 200x 201 cm
Museo Sorolla , Mdrid 


Cada vez la pintura de Sorolla va buscando derroteros más innovadores , sin renunciar nunca al camino ya aprendido y asimilado . De esta forma traslada a un prado guipuzcoano todas las características que habían resultado" infalibles " en sus cuadros de playa , lo que había hecho  ya, con anterioridad , en sus lienzos con la temática del baño realizado en la Granja de San  Ildelfonso .

En esta vertiginosa visión en picado y no existe linea de horizonte ; el paisaje , en esta caso la hierba , no es más que un breve fragmento . La gran movilidad de la perspectiva , que da  dinamismo a la composición, contrasta extrañamente con la pasividad de las mujeres . El cuadro , aunque parece simple, tiene una construcción realmente compleja y también novísima La composición no respira, no hay aire , está ahogada por la frondosa alfombra de la hierba. Como si se tratara realmente de cuatro flores, los cuerpos de las muchachas están vistos desde arriba , literalmente aplastados contra el mullido suelo , lo que contribuye a esa sensación  tan lograda de pereza, de pesadez , de adormilamiento.

Voluntariamente no ha creado un centro , falta un eje ordenador de la visión . De esta manera  el ojo se desplaza en zig-zag por toda la composición , de un punto a otro , cediendo a la llamada  de las bellisímas notas de color de las luminosas telas , desperdigadas por el equilibrio contexto  del cuadro .

Parece que la figura humana , con este tratamiento sintético y decorativo , tiene exactamente la misma importancia que la propia hierba , son meras presencias físicas , sin prácticamente distinción entre el sólido de los cuerpos y el espacio que los contiene. Las transparencias de la telas , las notas de color de las mismas -donde dominan , además del blanco , los amarillos y  malvas -cada una con su propio timbre , reclaman simultáneamente , nuestra atención.

El antecedente más próximo del tema está en el cuadro de Gustave Coubert Las señoritas al borde del  Sena 1857. También el impresionista Auguste Renoir había pintado a sus corpulentas bañistas echadas al borde del agua , pero seguramente es la obra del americano Sargent , la que pudo influir directamente sobre nuestro pintor. Sus cuadros con figuras femeninas descansando al sol , leyendo, durmiendo, dibujando o jugando al ajedrez , anticipan soluciones muy próximas a esta y ya desde el año 1887 -incluso tiene una bonita acuarela titulada también La siesta de  1907- Las imágenes de este abandono sensual son variadas e innovadoras en sus composiciones, pintando a sus modelos -como en el caso de Sorolla siempre amigos o familiares-desde perspectivas y puntos de vista realmente inusuales .Muy parecida composición es la de Dos muchachas con vestidos blancos  ( colección privada ) pintada durante una excursión a los Alpes  italianos o, en el mismo año que esta , las maravillosas acuarelas realizadas en Simplon  Pass en el Tirol : Sombrilla verde Leyendo , ambas en el Museo of Fine Arts de Boston.

Pero , a pesar de este importante precedente , entiendo que esta obra de Sorolla- que nos habla como nadie de sensualidad, belleza e indolencia- supera con creces a las del pintor americano, sobre todo por su gran modernidad y su expresivo decorativismo , que anticipa soluciones muy queridas para la vanguardia.










Clotilde con traje de noche
óleo sobre lienzo 150 x 105 cm 
Museo Sorolla , Madrid


Estos retratos de Clotilde , su mujer, tienen el poder de seducirnos desde el primer momento; y no se trata solamente de la expresión del rostro , ni de los elegantes detalles , sino de cómo está resuelto el conjunto en general.Sabe capturar el glamour y la elegancia característica de la sociedad de moda , pero también expresa a través de su penetrante mirada , la personalidad individual de su más querida modelo.



Aparece sola, segura de su posición , de su encanto y estatus . Refleja la sensibilidad estética de fin de siglo y su gusto por lo refinado y enigmático . Después del soberbio  Clotilde con traje negro, de 1906, vuelve aceptar a su mujer vestida con traje de noche -blanco o negro-en dos magníficos retratos.






En Clotilde con traje negro , contribuye también a su particular éxito , los fluidos brochazos , que parecen capturar la vitalidad de la mujer y su nerviosa elegancia . La dama está sentada en un sillón y, aunque se muestra natural , no se encuentra del todo relajada .Parece esperar a alguien que venga a buscarla para ir al teatro , a una fiesta o a una reunión de salón. Este imperceptible envaramiento -que notábamos ya en el retrato anterior -debía ser síntoma de distinción , porque también fue muy común en las efigies de la alta sociedad llevadas a cabo por otros pintores del momento.



Clotilde sentada en un sofá
1910 , óleo sobre lienzo 180 110 cm
Museo Sorolla, Madrid









En Clotide sentada en un sofá , la inusual posición de la figura , ofrece a la pintura su propia intensidad emocional . Parece mirar por encima de nosotros ,como si se dispusiera a saludar a algún amigo que acabara de entrar en la habitación . Su atractiva mirada se dirige al espectador, estableciendo cierta complicidad con él.

El rostro está captado con justeza de trazos ,directo y seguro y, sobre todo, es muy atractivo el modo con que está trazado el vestido , pintado directamente sobre la preparación del lienzo , para lograr las calidades de las transparencias de la gasa , lo que demuestra una excepcional habilidad para pintar sobre blanco, creando maravillosos y brillantes efectos . La delicadeza de la tela parece también reflejar el glamour que envuelve a la elegante dama .


A través del ejemplo de Sargent, nuestro artista aprende también de otros importantísimos maestros de la escuela inglesa del siglo XVIII,como Joshua Reynolds y Thomas Gainsborough, influencia que se refleja , en este caso , además en la pose a la " gran manera  en el uso de una paleta muy elegante a base de perlados, rosados y blancos.

Sorolla establece relación con los que fueron considerados como los grandes maestros del género en su época ; además de Sargent, conoció a Giovanni Boldini, Anders Zörn, Leon Bonnar y, seguramente a Antonio de Gándara , Paul César Helleu etc.

Por lo que respecta a nuestro país , el pintor español que más éxito internacional tuvo por sus elegantes retratos de mujeres -generalmente sentada en sillones -había sido Federico de Madrazo, que supo subrayar en ellos el sentido aristocrático y cosmpolita como se puede ver en sus obras La condesa de Vilches ( Museo del Prado, Madrid ) La condesa de Siruela ( colección particular ) ambas pintadas en 1873.

Todavía en la época de Sorolla , permanecía el impacto que había supuesto estos retratos -sobre todo- por lo que se refería a la clientela americana -dándose al curioso caso de una dama que quería que Sorolla retratase " a la manera de Madrazo ".




CONTRATO CON LA HISPANIC SOCIETY




En 1911 Sorolla firma un contrato con The Hispanic Society of America de Nueva York por el que se compromete a hacer una gran decoración sobre Las Provincias de España, más conocida últimamente como Su visión de España. El pintor se enfrenta a un proyecto mural de proporciones gigantescas. Son casi ocho años de viajar constantemente por todo el país, buscando lo más peculiar de su indumentaria y de sus costumbres. En los descansos que hace de esa decoración, Sorolla pinta de forma más sintética, eliminando lo accesorio para enfrentarse con lo fundamental, buscando nuevos caminos para interpretar la luz.

En 1920 sufre un ataque de hemiplejía que lo deja invalidado del lado izquierdo. Su familia intenta revivirlo pero el pintor va languideciendo hasta el 10 de agosto de 1923, fecha en que fallece en Cercedilla (Madrid).



ÚLTIMOS AÑOS






En 1911 Sorolla firma un contrato con The Hispanic Society of America de Nueva York por el que se compromete a hacer una gran decoración sobre Las Provincias de España, más conocida últimamente como Su visión de España. El pintor se enfrenta a un proyecto mural de proporciones gigantescas. Son casi ocho años de viajar constantemente por todo el país, buscando lo más peculiar de su indumentaria y de sus costumbres. En los descansos que hace de esa decoración, Sorolla pinta de forma más sintética, eliminando lo accesorio para enfrentarse con lo fundamental, buscando nuevos caminos para interpretar la luz.

AYAMONTE . LA PESCA DEL ATÚN 1919


Ayamonte, la pesca del atún
óleo sobre lienzo 349x 485 cm
Museo Sorolla de Madrid





Esta pintura de Sorolla es una genialidad .La escena principal describe el almacenamiento de atunes recién pescados en la almadraba el momento elegido muestra tres hombres en el centro que arrastran un atún gigante para colocarlo ordenadamente junto a otros trece que ya reposan alineados en el suelo; en una plataforma inferior que es el muelle al que accede la barcaza hay nuevos atunes de los que se ocupan un grupo de hombres ,amarradas a puertos están varias barcazas más,mientras otra, un vapor y dos veleros circulan por el río.

Las diescisiete figuras humanas que aparecen en el cuadro se mueven en una superficie que está protagonizada también por un " fondo "que se niega a comportarse como tal y adquiere un protagonismo semejante al de las personas; el marco general de la escena , constituido por la almadraba , con toldo amarillo, vibrante banda coloreada iluminada por el sol que se filtra a su través, aunque muy matizada y llena de sombras y el suelo repleto de atunes , entre el toldo y el suelo tres palos definen espacios cercados y se acompasan ritmicamente con  los mástiles inclinados de la barcaza.

El río Guadiana en toda su amplitud de su desembocadura se extiende plácidamente ,con azul luminoso matizado de blanco brillante en representación de los reflejos plateados del sol sobre la superficie , encima del río, apenas separadas por la delgada linea del horizonte que se extiende transversalmente a lo largo de todo el lienzo y que representa Portugal , aparece el cielo , aquí ampliamente tocado de amarillo como reflejo visual  de todo. De nuevo una intima imbricación de paisajes y figuras .

Otra vez también -pero con mayor fuerza que en las ocasiones anteriores -el acorde sorrollesco del blanco y azul organizan cromáticamente la composición , cierto, aquí acompañada de la potencia fulgurante del toldo amarillo , cuyos reflejos se extienden  a través de todos los elementos : Azul blanco, amarillo como estructura principal , pero el rojo de la sangre de los pescados extendida por el suelo de la almadraba de manera que entre ambos- suelo y pescados- conforman una masa de pinceladas unificadas por criterios semejantes y el conjunto de brochazos grandes , entre los que vuelve a resalta rel brillo del blanco, da lugar al sector menos dibujado y más de hecho del cuadro-



PASEO A ORILLA DEL MAR 1909
Paseo a orilla del mar

óleo sobre lienzo 205 x 200 cm

Museo Sorolla, Madrid






Tras cosechar un formidable éxito en Estados Unidos , tanto de público como de crítica y económico, Sorolla, al que acompaña su esposa y sus dos hijos mayores , regresa a Europa. Se detienen en París y en Madrid para proseguir el viaje hacía Valencia, donde les espera su hija Elena y el resto de la familia.

 Allí transcurre el verano de 1909 y, es de nuevo en la playa del Cabañal donde pinta algunos de sus cuadros más significativos ambientados a orillas del mar como Antes del baño , Antonio Garcia en la playa , Niño en un mar plateado,El balandrito, La hora del baño, 

El artista ha alcanzado la plena madurez y su energía y capacidad de trabajo parecen inagotables, aunque arrastre según confesión un elevado grado de ansiedad. Pero lo cierto es que le llueven  los laureles y también en la ciudad del Turia se le rinden honores a raíz de la inaguración de la Exposición Regional, certamen en el que vuelve a conquistar el aplauso de propios y extraños. 

Todo ello redunda en una mayor confianza. Se siente capaz de abordar y resolver cualquier efecto luminíco y cualquier encuadre por inverosimiles que parezcan. Es como si el esfuerzo y poso de lo experimentado lo facultaran para pintar con la máxima libertad y facilidad, una facilidad, que ha sido hasta ahora bastante engañosa incluso dolorosa.

En 1920 sufre un ataque de hemiplejía que lo deja invalidado del lado izquierdo. Su familia intenta revivirlo pero el pintor va languideciendo hasta el 10 de agosto de 1923, fecha en que fallece en Cercedilla (Madrid).





Mercedes Tamara

10-05-2016



Bibliografia : Wikipedia
                  Sorolla Edic Libsa

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